Mi esposo parecía león enjaulado, daba vueltas de un lado para otro, sabia que algo pasaba y no me animaba a preguntar, quería y no quería saber, hasta que él no se puedo aguantar y pidió a las dos mamitas que nos visitaron que por favor salieran del cuarto....es ahí cuando con lágrimas en los ojos, me coge de la mano y me dice: "al parecer Joaquín tiene Síndrome de Down", sin pensar, ni asimilar mi primera respuesta fue "No, se han equivocado", no podía entender lo que me decía, yo lo había visto por unos segundos en la sala de partos y otros pocos minutos al día siguiente en neonatologia y no le vi ninguna particularidad de los niños con este síndrome, para mi era hermoso y perfecto, parecido a mi hijo mayor, no podíamos estar hablando del mismo niño.
A los pocos minutos ingresa el pediatra y empieza a hablar de un montón de cosas, era como si lo oyera, pero no escuchara, hablaba de una prueba de genética, de una genetista y no entendía nada, fue un baldazo de agua helada, no terminaba de entender que había pasado, el medico se retiro y no dijimos mas....las mamitas que se encontraban afuera pasaron al cuarto nuevamente, ya no quería hablar, quería quedarme sola, pero no sabia como pedirles que se vayan, que no escuchaba lo que me decían, que me sentía confundida....creo que a las finales se dieron cuenta y se retiraron...les agradezco mucho su apoyo July y Rox, son personas muy buenas y han demostrado estar incondicionalmente con quien lo necesita y yo lo he podido comprobar, espero entiendan el porque de mi cambio ese día.
Al fin todos se fueron y pude recién ponerme a pensar y poder asimilar todo lo que había pasado en ese corto instante, llore y llore cual niño le quitan el juguete nuevo, sentía que todo se venia abajo, no podía entender que paso, que pude haber hecho mal durante mi embarazo, si me cuide al máximo, si me hice todas las ecografias y ninguna arrojo ningún indicio o problema de nada, me hice un screening genético el cual arrojo negativo, que pudo pasar, no podía dejar de llorar, sentía impotencia, desesperacion, queria tirarme a dormir y que cuando despertara todo estuviera normal, que solo hubiese sido un mal sueño, pero esa era la realidad.
Nuevamente pedí me llevaran la silla de ruedas, necesitaba ver a mi bb, bajamos, entre y de verdad que no vi nada raro en él, solo sentía amor y una desesperación por darle el pecho, necesitaba el contacto directo con él, esa conexión que solo la puede tener madre e hijo en ese momento único de la lactancia, pero no podía, ya para esa hora tenia una sonda conectada hasta su estomago, me dijo el medico que era porque no asimilaba bien lo que le estaban dando y que empezó a botar unos residuos verdoso oscuro, solo lo podían alimentar por la vena; pero yo veía que mi bb mamaba la sonda, el quería su tetita y yo me sentía imposibilitada de poder dársela.
Ahora entiendo el porque del hermetismo de la clínica y muchas cosas que pasaron....
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