Cada día que pasa estas mas inquieto mi pequeño valiente, desde que empezaste a gatear no dejas de hacerlo, ya no puedo ponerte el pañal...bueno a veces ni si quiera sacarlo.
Cada vez que tengo que cambiarte das mil vueltas en la cama y avanzas de un lado para otro, es todo un suplicio cambiarte y a veces me sacas de quicio hijito, y me da pena porque reniego y reniego y te resondro, porque te gusta darme la contra.
Pero reniego porque tengo mil cosas que hacer y también necesito atender a tu hermanito y es justo en esos momentos que mas terremotito quieres ser.
Cada vez que tenemos que alistarnos rápido para poder salir a hacer las cosas que tenemos pendiente, justo en ese instante se te antoja dormir, comer, hacer puffi o quieres jugar.
He aprendido a ponerte el pañal estando boca abajo o a veces parado, si bien es cierto que aun no caminas tus rampeadas son terribles, ya te me has caído de la cama dos veces y aun así no has escarmentado.
Tengo que estar mil ojos contigo cuando te tengo en la cama, porque han habido veces que te he agarrado del piecito para evitar que caigas al piso.
Ahora prefiero ponerte en el piso para que gatees y así te ejercites mas y sin miedo a caídas, aunque igual recibes pequeños golpes porque te gusta jalar cosas, meterte debajo de los muebles y hacer mil travesuras.
Eres mi pequeño terremoto, y bien me decían que el segundo hijo seria terrible y mas difícil....
Con tu hermanito mayor no tuve que hacer tanto malabares, hacia caso a la primera, era tranquilo y nos acompañaba en la cama a dormir los fines de semana sin hacernos bulla.....como extraño esos momentos de dormir rico y largo los fines de semana....
Tu mi pequeño valiente eres todo lo contrario, fines de semana te despiertas mas temprano, nos gritas en las orejas, y tus gritos son tan agudos que hasta las alarmas de movimiento las activas, pero que podemos hacer, no todos los niños son iguales.
Los amo mis bbs...
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