Hace unos días colgué un post sobre la caída de la primera Muela de Leche (los dientes ya los mudo) de Lui, y que a sus 11 años aun creía en el Ratón Pérez; raro en los chicos de esta época a esa edad.
Pero si, mi Lui aun cree en el famoso Ratón Pérez, tanto es así, que hace un par de años, cuando se le cayo su ultimo diente de leche, en el cole le reventaron los globos de la inocencia.
Una mañana cualquiera Lui se despertó temprano; ya tenia el diente flojo; la caída de sus dientes siempre fueron dolorosas porque sus raíces son un poco largas, pero esa mañana, después de cepillarse los dientes, fuaaaaa el diente salio; corrió emocionado hasta donde yo estaba y me dijo: MAMA!!! se cayo, "ahora El Raton Perez me dejara mi sobre!!! guárdalo por favor y no lo pierdas para que lo pueda encontrar". ok, le dije y se lo guarde.
A su retorno de la escuela estaba trompudo, molesto y ni bien cruzo la puerta de entrada se transformo cual exorcista y con esa misma voz me dijo: "El ratón Pérez no existeeee", todo es un engaño!!!! y nuevamente con voz de exorcista: "hasta el Hada de los Dientes hay y todo es una mentiraaaaa"!!!!.
Me quede de una pieza y me dio mucha pena, pero como mamá tiene siempre la respuesta a todo y no quería que se desilusionara de esa manera o supiera la verdad tan bruscamente le dije que: El Ratón Pérez es un secreto que no se debe de contar; los niños que te dijeron eso, no saben de la existencia del Ratón Pérez, seguramente nunca los visito porque sus padres rompieron en secreto, así que no debes decírselo a nadie ok?.
Obviamente ya la duda quedo en él, no me volvió a mencionar nada porque fue el ultimo diente que se le cayo en ese entonces, pero hace unos días que se le cayo la primera muela, igual lo guardo en un sobre para ver si Pérez le dejaba algun billetito; cuando regreso del cole lo reviso y vio que si había propina y le dijo a su papa: "tu eres Pérez no?".
Es mas que evidente que ya lo sabe, pero también le gusta la idea de seguir creyendo en el famoso y mágico "Ratoncito Pérez".
Algo sumamente cierto es que, somos los padres a quienes nos gusta la idea de que nuestros hijos crean en personajes mágicos el máximo tiempo posible; obviamente llegara el momento en que alguien le reviente los globos de la inocencia o que tu hijo empiece a cuestionar y ver poca lógica en ciertas cosas, pero cada niño tiene un proceso y tiempo diferente de aprendizaje y lo harán en edades diferentes y es también cierto que cada familia es quien debe adoptar una estrategia y tener una respuesta sincera para afrontar estas cuestiones mágicas.
Reconozco que mi respuesta no fue la mas adecuada, fue lo primero que se me vino a la cabeza para poder curar de alguna manera su corazón roto; dicen que los primeros hijos pagan pato, que aprendemos con ellos, pero lo que también es cierto, es que todo lo que ellos sienten, lo sentimos también nosotros en su máxima expresión y nos duele aun mas. Para Joaco CREO que ya estaré preparada, pero esta vez teniendo en cuenta algunas recomendaciones para no caer en los mismos errores.
- Muchas veces hacemos creer a nuestros pequeños sobre la existencia del Ratón Pérez o El Hada de los Dientes (de esta no supe hasta que me lo menciono Lui) porque para muchos niños como Lui, el perder los dientes le resulta difícil y algo doloroso, entonces es una manera de recompensarlo de manera positiva.
- Para cuando le toque a Joaco tendremos que indicar que la mágica visita del Ratón Pérez es un secreto familiar, de lo contrario no regresara. Las creencias mágicas suelen ser útiles para inculcar hábitos y buenos valores; con este cuento tendremos la oportunidad de que los chicos aprendan sobre la salud bucal, ya que el ratoncito solo recibirá dienten blancos y limpios.
- No demorar tanto tiempo en decirle que el Ratón Pérez, es una mágica leyenda y esto será cuando los notemos lo suficientemente maduros para afrontar la realidad y eso, solo nosotros como padres podremos determinar cuando es el momento indicado; ya nada de mentiras o de inventar otra historia como respuesta.
- Explicarles que esa historia mágica también nos la contaban sus abuelos, porque a nosotros al igual que para ellos también fue doloroso y teníamos mucho miedo a la perdida de nuestros dientes, pero gracias a Pérez nos convertimos en valientes y ahora podemos conocer la verdad.
Decirles a nuestros pequeños que Pérez no existe, que solo es un mágico cuento, es un paso que debemos dar si o si y debemos asumirlo con tranquilidad e inteligencia, solo así este episodio no se convertirá en algo dramático y preocupante para el niño, todo deberá fluir de manera normal y natural, aunque nos resulte algo difícil.
